El texto está listo, a falta de los retoques que siempre se hacen aquí y allá para que luzca más bonito. Los nervios van en aumento conforme las hojas del calendario van desnudando impasibles el paso del tiempo, ese que anuncia que cada día estamos más cerca.
De la compañía no me puedo quejar. La semana pasada os hablaba del gran trabajo de Belén Gonzalvo con el epílogo. También os anunciaba que había un nuevo colaborador que todavía no había participado en Zarracatalla. Hoy os voy a hablar de él.
Como siempre cuento, este proyecto me va haciendo conocer gente maravillosa con inquietudes similares, o dispares en otros casos. Una de ellas es este ilustrador que de nuevo el azar me puso en el camino. Tras mi participación el verano pasado en el blog La Madriguera de Historias con mi relato Curiosity, tuve la suerte de coincidir como pareja con él. Me tocó por sorteo que ilustrara mi texto. Y me hizo especial ilusión porque ya conocía su trabajo de convocatorias anteriores. Así que lo primero que sentí fue alegría y seguidamente respeto. Plasmó de forma magistral el relato con una soberbia ilustración y tras intercambiarnos varios correos ahí quedó la cosa.
Este invierno, cuando pienso en alguien para ponerle imagen a la portada del libro, en la primera persona que pienso es en él. Por su forma de dibujar, el trato de los colores, cómo sabe extraer la esencia de las cosas y ese punto transgresor que tienen muchos de sus dibujos, tenía claro que me encantaría que participase.
Aunque estaba hasta arriba de cosas buscó un hueco y, os puedo asegurar, ha sacado una portada brutal. En breve os la mostraré, lo prometo. De momento me recreo cada vez que le echo un vistazo porque, lo reconozco, me encanta y cada cierto tiempo tengo que volver a verla.
Así que ganamos a uno más a la causa. En estos días de tanto trabajo, da gusto que estas personas sean tus compañeras de viaje. Estas, y las que os seguiré presentando el próximo miércoles...
Gracias a Jordi Ponce por entender mis historias y ponerles color tan acertadamente.
De la compañía no me puedo quejar. La semana pasada os hablaba del gran trabajo de Belén Gonzalvo con el epílogo. También os anunciaba que había un nuevo colaborador que todavía no había participado en Zarracatalla. Hoy os voy a hablar de él.
Como siempre cuento, este proyecto me va haciendo conocer gente maravillosa con inquietudes similares, o dispares en otros casos. Una de ellas es este ilustrador que de nuevo el azar me puso en el camino. Tras mi participación el verano pasado en el blog La Madriguera de Historias con mi relato Curiosity, tuve la suerte de coincidir como pareja con él. Me tocó por sorteo que ilustrara mi texto. Y me hizo especial ilusión porque ya conocía su trabajo de convocatorias anteriores. Así que lo primero que sentí fue alegría y seguidamente respeto. Plasmó de forma magistral el relato con una soberbia ilustración y tras intercambiarnos varios correos ahí quedó la cosa.
Jordi Ponce con la ilustración de Curiosity en la Feria del Libro de Monzón. |
Aunque estaba hasta arriba de cosas buscó un hueco y, os puedo asegurar, ha sacado una portada brutal. En breve os la mostraré, lo prometo. De momento me recreo cada vez que le echo un vistazo porque, lo reconozco, me encanta y cada cierto tiempo tengo que volver a verla.
Así que ganamos a uno más a la causa. En estos días de tanto trabajo, da gusto que estas personas sean tus compañeras de viaje. Estas, y las que os seguiré presentando el próximo miércoles...
Gracias a Jordi Ponce por entender mis historias y ponerles color tan acertadamente.
Besetes a tod@s.
Nos leemos.
Nos leemos.
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