Seguimos sin parar, haciendo pausadamente la digestión de la presentación del pasado viernes en el Centro Cívico La Almozara y encaminando la recta final hacia la del próximo sábado (19h.) en la Ludoteca de Boquiñeni. La dinámica que ha generado TayTodos es tan positiva que hoy os traemos supernoticia que desvelaremos en la próxima entrada. Me encanta dejaros con la miel en los labios (vaya mala persona soy...). De momento, a recordar lo que fue una gran tarde en La Almozara presentando la novela.
En un día en el que parecía que la batalla contra el reloj estaba perdida, obtuvimos la recompensa de parar el mundo un instante pasado unos escasos minutos de las seis de la tarde, sentarnos unos cuantos amigos a la mesa principal de la fantástica sala en la que el acto tuvo lugar, y disfrutar de una presentación en la que Fabián Biel fue el maestro de ceremonias. El Centro Cívico La Almozara acogió la tercera presentación de nuestra novela colectiva y en ella participaron los autores: Estela Alcay, Belén Gonzalvo, y Aurora Oller. Además contamos con la suerte de tener música en directo, y el privilegio de que fuese MayB. el encargado de hacer sonar su guitarra y cantarnos con tanto cariño y pasión que los bellos querían levantarse para ver que era lo que allí acontecía. Nunca me cansaré de decirle al mundo la suerte que tengo de que toda esta gente esté a mi lado.
Estos días previos nombraba la famosa alfombra roja, y es que además de los autores participantes, también asistieron otros tantos que no intervinieron: Manuel Zalaya, Merche Comín, Patricia Aznar y Alfredo Lezáun. El reencuentro con Laura Sánchez y familia, también zarracatallera en ocasiones anteriores, también fue emotivo y muy esperado. Y para más enjundia, contar con Noe Romero, de Aurora Boreal, que nos hizo un buen reportaje del acto para Elartistadelacalle.com, es un lujo. Como curiosidad comentar que antes de la presentación me hizo una entrevista que muy pronto verá la luz en esta misma página web que tan brillantemente gestiona. Era mi primera entrevista cara a cara, y en los días previos ya le dije que me tratara con cariño (como siempre, vamos). Que era novato, y enfrentarme a la grabadora, al bloc de notas y al muro de esos enormes ojos azules inquisitivos a la vez... igual era demasiado. Pero no, al contrario, fue muy divertido. Ahora toca esperar un poquito para poder leerla.
Y para terminar de dar brillo al acto, tuvimos la suerte de que Paula Perella Sáez asistiera también a la presentación. La autora zaragozana compartió este ratito con nosotros y es algo que me hace muy feliz. Y más entendiendo que estas fechas serán complicadas para ella dada la proximidad del lanzamiento de su nueva novela. Viaje a Nörrkoping sale a la venta el próximo día 1 de junio (daremos más detalles en nuestra próxima entrega de Universo Zarracatalla durante la semana). Además, más abajo, veréis el recuerdo que nos llevamos de ella y sus retoños... ¡Increíble!
Con todos estos alicientes, público congregado, y nuestra zarracatalla habitual, estábamos obligados a pasar un buen rato, y así fue. La presentación transcurrió amena, May B hizo un brillante trabajo, y una excelente selección musical, y llegó el turno del experimento... Aquí la gente se pone un poco nerviosa cuando sacas algo fuera del típico acto de presentación de un libro. Pero como ya sabéis lo que me gusta comprometer al personal... Allá que fuimos con la construcción de un microrrelato colectivo entre los presentes. Ya les anuncié que en Alagón salió muy bien, y que no dudaba de la capacidad de nuestros amigos de La Almozara. Estuvo muy divertido la forma en la que extrapolamos el proceso creativo de Zarracatalla a la hora de construir una novela colectiva a un espacio tan reducido (texto y tiempo) de este microrrelato. A continuación os dejo el resultado obtenido, escrito entre (en orden de participación): David Garcés Zalaya, Aurora Oller, Fabián Biel, Edith, Enrique Charles, Manuel Zalaya, Merche Comín, y Ánchel Ramos Perella (de seis años de edad).
A merced de tus ojos
1. La sala estaba repleta, el ambiente era cálido y acogedor, y me encontraba muy a gusto entre aquellas personas. Varios de los allí presentes reclamaban mi atención, pero yo hacía rato que estaba inmerso en otros menesteres… Desde que cruzamos la primera mirada ya no volví a ser el dueño de mis sentidos. Funcionaba por inercia, porque en realidad era una marioneta bailando a merced de los deseos caprichosos de aquellos ojos de miel que me dominaban.
2. Su vaporoso vestido blanco insinuaba una silueta digna de una diosa del Olimpo.
Enseguida se percató del efecto que había causado en mi persona.
3. Yo la contemplaba arrebujado tal como Omar Sharif observaba a Julie Christie en el Dr. Zhivago. Realmente sus ojos de miel me dominaban.
4. A su lado, un hombre mayor la contemplaba de reojo, también estaba realmente anonadado. Sus ojos de miel dominaban a los presentes.
5. Es la primera vez que asiste a la presentación de un libro de autor colectivo. Mi atención se fija con una guitarra de origen japonés e imagen española adiestrada por su intérprete para ser escuchada a través de la corriente. Esta presentación es para disfrutarla con todos los sentidos.
6. Aquí fue donde vi por primera vez esos ojos de color miel, que me tenían tan anonadado, y tenía que conseguir de alguna forma que esos ojos se fijasen en mí, ya que era lo que siempre había imaginado que sucedería en mi vida.
7. Pasaban los minutos y seguía sin poder atender a las personas que me rodeaban. Sólo pensaba en su vestido, su mirada cómplice con la mía y en como podía terminar esa noche. Comencé a hablar y todas las palabras que salían de mi boca eran armas de doble filo que ella entendía perfectamente.
Cuando terminó la tarde literaria llegó el momento de dedicar libros. Ella no se ponía en la fila y no podía permitir que se escapase. Así que pedí disculpas al siguiente de la fila y me levanté a entregarle un ejemplar con las palabras perfectas para ella. Además, terminaba con mi número de teléfono.
Mirándola a esos ojos de miel y totalmente enamorados terminamos la noche. En ese mismo instante comprendí que tenía que empezar otra nueva novela, al igual que empecé mi nueva vida.
8. La cena es exquisita. Al chico le asombra tener cosas en común con la chica, y hasta su corazón le llegó.
FIN
A merced de tus ojos
1. La sala estaba repleta, el ambiente era cálido y acogedor, y me encontraba muy a gusto entre aquellas personas. Varios de los allí presentes reclamaban mi atención, pero yo hacía rato que estaba inmerso en otros menesteres… Desde que cruzamos la primera mirada ya no volví a ser el dueño de mis sentidos. Funcionaba por inercia, porque en realidad era una marioneta bailando a merced de los deseos caprichosos de aquellos ojos de miel que me dominaban.
2. Su vaporoso vestido blanco insinuaba una silueta digna de una diosa del Olimpo.
Enseguida se percató del efecto que había causado en mi persona.
3. Yo la contemplaba arrebujado tal como Omar Sharif observaba a Julie Christie en el Dr. Zhivago. Realmente sus ojos de miel me dominaban.
4. A su lado, un hombre mayor la contemplaba de reojo, también estaba realmente anonadado. Sus ojos de miel dominaban a los presentes.
5. Es la primera vez que asiste a la presentación de un libro de autor colectivo. Mi atención se fija con una guitarra de origen japonés e imagen española adiestrada por su intérprete para ser escuchada a través de la corriente. Esta presentación es para disfrutarla con todos los sentidos.
6. Aquí fue donde vi por primera vez esos ojos de color miel, que me tenían tan anonadado, y tenía que conseguir de alguna forma que esos ojos se fijasen en mí, ya que era lo que siempre había imaginado que sucedería en mi vida.
7. Pasaban los minutos y seguía sin poder atender a las personas que me rodeaban. Sólo pensaba en su vestido, su mirada cómplice con la mía y en como podía terminar esa noche. Comencé a hablar y todas las palabras que salían de mi boca eran armas de doble filo que ella entendía perfectamente.
Cuando terminó la tarde literaria llegó el momento de dedicar libros. Ella no se ponía en la fila y no podía permitir que se escapase. Así que pedí disculpas al siguiente de la fila y me levanté a entregarle un ejemplar con las palabras perfectas para ella. Además, terminaba con mi número de teléfono.
Mirándola a esos ojos de miel y totalmente enamorados terminamos la noche. En ese mismo instante comprendí que tenía que empezar otra nueva novela, al igual que empecé mi nueva vida.
8. La cena es exquisita. Al chico le asombra tener cosas en común con la chica, y hasta su corazón le llegó.
FIN
Tras el acto y la firma de ejemplares, llegó la hora de la despedida, y como cada vez nos cuesta más separarnos, al final nos cayó la noche en una terraza compartiendo cerveza, agua o café, que de todo hubo, entre una zarracatalla de amigos, que es en lo que finalmente se ha convertido esta novela.
Besetes a tod@s. Nos leemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario