Autora: Damiana Beorlegui
Procedencia: Pedrola, Zaragoza
Hoy es el turno de Damiana Beorlegui (Pedrola, Zaragoza) la encargada de traernos este relato con el que podremos comprender un poco más si cabe la dureza de la situación actual que se sigue viviendo en nuestros hospitales, aunque para muchos parezca que lo peor ya ha pasado.
Seguimos disfrutando en Zarracatalla de esta autora en nuestra aventura literaria de que pretende llenar de letras 2022. Y de su texto "La mirada". Os lo dejo a continuación...
“LA MIRADA”
Hoy domingo 31 de octubre, han cambiado la hora, así
que anochecerá una hora antes.
Aquí me hallo, traspuesta, con
la mirada perdida en el horizonte, sentada
frente la ventana. Fuera jarrea,
un chaparrón de cinco minutos provoca que el calor se meta dentro del cuarto. A
mi derecha Pilar, enfrente Ana Belén y el celador. Nosotras somos auxiliares en
la planta 2ª B del Royo Villanova, quien sepa esa ubicación, adivinará con qué
pacientes trabajamos, aunque no es el caso.
Hace unos minutos que el silencio invade la habitación. Elisa, la
enfermera, entra jovial, esta mujer siempre es así, alegre, vital cualquier
momento es bueno para contar anécdotas graciosas, y sin querer romper ese
trance en el que estábamos sumidas.
Hace un rato hemos dado la primera ronda, supervisando que los
pacientes se encuentren cómodos y limpios, alimentando a los que precisan un
poco de ayuda y levantado a los pacientes por orden del médico. Todos están más
o menos bien pero el Filo…
Ayer pasé por su habitación, sus ojos, su mirada, alerta y directa,
parece estar buscando respuestas en cada una de nosotras. No sé cómo acentuar
esa mirada, solo se percibe cuando el paciente barrunta que le queda poco, es
como si buscara en todo el personal la confirmación de sus temores,
pensamientos, miedos o deseos. Tú lo miras… y no eres capaz de decir nada, pero
tus propios ojos te delatan.
Procuras ser amable y delicada con la situación, tratas de empatizar
y das ánimo a los familiares diciéndoles
que es el momento de dar mucho “cariñico” pero... y ¿al paciente? ¿Cómo
le dices al paciente?
-¡Sí! Filo ¡sí!, te confirmo tus temores, ¡corre!, empieza a
despedirte de tus seres queridos, que seguro, que quieres decirles muchas cosas
importantes y así irte más tranquilo.
NO TODO EL MUNDO ha podido despedirse de sus seres queridos en estos
últimos tiempos.
Cuando descubres esas miradas por las habitaciones, mi pensamiento
cobarde con mi lengua, quiere expresarse a través de mis ojos.
Pedrola, Zaragoza.
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Emotivo y real. Precioso!
ResponderEliminarPrecioso Dami!!
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