sábado, 1 de noviembre de 2014

Todos los Santos.

Como somos más de aquí que de allí, vamos a celebrar como se merece el Día de Todos los Santos. Nada de Halloweenes y tradiciones de otros países impuestas a cascoporro a traves de películas, cultura yankee y lo que es peor: nuestros colegios.
En muchos países el invierno está asociado a la estación más lúgubre y fría. La "muerte" de la Naturaleza, según la tradición, se iniciaba cuarenta días después del equinoccio de otoño (22 de septiembre), precisamente con el Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre. Se rinde culto a los muertos y en estos días (el día 2 es el día de las almas, día de los muertos) y se vinculan con la vuelta de sus almas durante estos días y a diversas manifestaciones de su presencia.
Y como en estos días parece ser que podemos encontrarnos con estas presencias, vamos a rendir culto a la estética de esta festividad con un relato singular. Es de un amigo de 12 años que estudia 1º de la E.S.O. y que nos ha enviado su trabajo del instituto para que lo publiquemos. Así como antes les daba un palito a mis colegas profesores por dejarse llevar por otras tradiciones ajenas a nuestra sociedad, ahora voy a alabar el gusto de proponerles escribir, desarrollar su imaginación y trabajar su materia gris (bien inmaterial de incalculable valor). El profe en cuestión les proponía un texto (primer párrafo completo) que ellos debían continuar (resto del texto). Y este a sido el resultado:

Relato A
Una pareja vuelve a casa ya bien entrada la noche después de haber estado en una fiesta en casa de unos amigos. Viven en un pueblo alejado de la ciudad y para llegar a él tienen que recorrer una carretera que atraviesa un bosque. Atravesando el bosque, ven que hay un coche estrellado. El coche se ha empotrado en un árbol pero al lado del coche hay una niña ensangrentada. Se detienen en el instante. La niña está muy pálida, debido al susto del accidente piensa la pareja y no llora ni nada. Cuando inspeccionan el interior del coche para ver que tal están los ocupantes, advierten que el piloto y el copiloto están muertos, pero no parece que sea por el accidente solamente, ya que tiene una especie de corte en el cuello…
Cuando se giran para ver como está la niña ven que a desaparecido. La mujer le dice al hombre que va al coche a llamar por teléfono ya que se lo había dejado en el coche. Se dirige corriendo hacia el coche cuando empieza a llover, o eso parecía ya que la lluvia no era normal… era ceniza lo que llovía.
La mujer al levantar la vista ve a su marido y a la niña ensangrentada que la mira y le echa una sonrisa diabólica, y de repente el marido se desploma en el suelo con un corte en el cuello.
Ella asustada arranca el coche y va a comisaría para avisar de lo que ha pasado. Nadie la creía… Unas horas después la policía que fue al lugar de los hechos le dice que no había nada en esa zona.
La mujer se fue a casa a investigar lo sucedido en periódicos antiguos y en uno ponía que en ese lugar hubo un accidente, o eso quería que pareciese ya que la niña llevaba un corte en el cuello y dos puñaladas en el estómago…
La mujer cuando fue a enseñárselo a la policía, en el espejo del pasillo vio reflejado a su marido que le dijo:
—No lo hagas.
Ella asustada corrió hacia el coche. Cuando iba de camino a la comisaría apareció la niña en medio de la carretera y ella se estrelló.
Unas horas después la policía fue al sitio del accidente y en la carretera ponía en sangre:
Te dije que no lo hicieras.


David Gracia Bailón.

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