martes, 5 de diciembre de 2017

AMOR KM. 0: ES MUCHO MÁS QUE AMOR

Hoy os traemos el relato completo tal y como lo podéis disfrutar en este fantástico libro: AMOR KM. 0 de Zarracatalla.
ES MUCHO MÁS QUE AMOR de Merche Comín Diarte (Luceni - Zaragoza). La imagen que lo acompaña la ha aportado Ruth Martínez de Maral Fotografía (Mallén - Zaragoza), y aderezado con la esencia que extrajo la gran María Belén Mateos Galán. Pertenece a nuestra última publicación, dentro de COLECCIÓN CUPIDO.
Si quieres disfrutar de las 31 piezas que componen este libro no dudes en adquirirlo ya, tanto en la librería Portadores de Sueños: en la propia tienda de la calle Jerónimo Blancas, 4 (Zaragoza), como online. También puedes pedirlo directamente aquí y te lo haremos llegar: zarracatalla@gmail.com



Hay amores que no entienden de tiempo, de sueño, de prisas; son la más pura imagen de la generosidad.



“Había veces que te pedía que me dieses la mano al dormir porque necesitaba saber que aún no necesitándote, estabas ahí. Otras veces  te suplicaba que me regalases “te quieros” a todas horas”



ES MUCHO MÁS QUE AMOR.
Merche Comín Diarte.





Maral Fotografía
Mallén (Zaragoza)



ES MUCHO MÁS QUE AMOR

Dependía de ti. Siempre. Incluso para lo más insignificante de la vida. Y he de reconocer que me encantaba. Me encantaba tener sed para poder exigirte que me dieras agua. Moría por sentir mariposas en el estómago y tener que pedirte el plato de comida en la mesa.
No es lo más sano en una relación, pero tú siempre estabas ahí para mí, fuese cual fuese la hora y día de la semana.
Había veces que te pedía que me dieses la mano al dormir porque necesitaba saber que aún no necesitándote, estabas ahí. Otras veces  te suplicaba que me regalases “te quieros” a todas horas. Y otras… Necesitaba de verdad que me hicieses un regalo, aunque minutos más tarde te obligase a recogerlo del suelo.
En realidad soy un egoísta. Un auténtico egoísta. No te dejo salir a cenar ni si quiera te dejo maquillarte. Eso de hacerte las uñas o ir a la peluquería es demasiado lujo. Te necesito y cada día más.
Hoy, al abrir los ojos por la mañana fuiste lo primero que vi. Una cara redondita y mejillas sonrosadas. El pelo recogido en una trenza despeluchada por el poco tiempo libre que te dejo. Con una mano me abrazabas, tal y como yo te demande horas antes. Y el pijama lleno de restos de la noche anterior. No di opción tampoco a que te cambiases por lo que llevabas la parte de abajo de un pijama y la parte de arriba de otro.
Me estoy cansando de que no me hagas caso. Llevo aproximadamente un minuto y medio despierto y sigues soplando en mi cogote sin hacer la mínima mueca de que estas despertando. Tengo que hacer algo. Y lo primero que me viene a la mente es jugar contigo. Jugar cual bebé de seis meses esperando a que su madre le de los buenos días.
Pruebo a meter un dedito en el ojo derecho que es el que más a mano tengo. Nada. Sin respuesta. Con el mismo dedo voy  a probar a levantar el párpado. ¡Esto no falla!
Sin resultado aparente investigo qué demonios hay en este agujero que a mí siempre me rebuscan después de cada baño. Y sí, esta vez obtengo una mueca que acompaña a un estornudo aunque no consigo mi meta de despertarte.
Nada, hay que recurrir al simple pero efectivo primer llanto de la mañana.
—¡Engüe! ¡Engüe! —la verdad es que lo hago sin lágrimas y sin cambiar mucho mi rostro, no me está mirando. Así que no es necesario.
—¡¡Engüeeee!! ¡¡Engüeee!! Ya van dos veces mamá… Y me estoy empezando a enfadar de verdad.
—¡¡¡ENGÜEEEEEEEEEEE!!! —está vez sólo ha hecho falta uno para que sin abrir los ojos buscases la cadena atada en mi pijama, la siguieses hasta el final y metieses el chupete en mi boca teniendo así un intento fallido de que durmiese esos tan anhelados cinco minutos más.
Así me gusta, después de un enorme beso y una caricia en la barbilla te has despertado. Y casi tirándote de la cama has ido a prepararme el desayuno. Uno de esos “bibes” templaditos que tanto me gustan ya que me los tomo sin salir de debajo de la manta. 
Como te necesito. Ojala cuando crezca y pasen muchos años, siga acordándome de todo lo que te quiero. De todas las noches que hemos pasado juntos y de todas las mañanas siguientes que has pasado contemplando como dormía plácidamente. Aunque creo que, por algo que con un poco sin sentido llaman ley de vida, olvidaré dejando en un rincón de mi subconsciente. 
Estás tardando demasiado… ¿Has ido al servicio? ¿Has lavado tus manos y por eso has tardado tanto en abrir el bote de la leche nueva? ¡Encima has tenido que fregar el biberón! 
No puedo más… Ahora que ya me estás vigilando y sé que estas pendiente de mí… voy a echar una cabezadita. No me lo tengas en cuenta. 

Te quiero mamá.


Merche Comín Diarte
Luceni (Zaragoza)




Un nuevo texto y su ilustración se publicarán en el blog el próximo martes 2 de enero. No esperes hasta entonces, hazte con él ya y descubre todo lo bueno que te trae lo nuevo de COLECCIÓN CUPIDO.

Antología de relatos y poemas en la que participan más de 50 personas.

AMOR KM. 0
Varios autores.
Colección Cupido.
Primera edición: febrero 2017
ISBN: 978-84-617-8393-9
Depósito legal: Z 182-2017
180 PÁGINAS 
Incluye ilustraciones y fotografías a color.
Precio: 13€

Besetes a tod@s.
Nos leemos.

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