Autor: Adrián Fontoba Ribó
Procedencia: Caspe, Zaragoza.
“EL ÁRBOL HUMANO”
Corría el invierno del año 2020 cuando
Sandra fue a la Plaza España para tomarse el vermú. Era un día fresco y
soleado, así que, antes de entrar a por la ración de calamares y la caña,
decidió quedarse un poco al sol.
No se
dio cuenta que el lugar que había elegido, estaba justo encima de un antiguo
parterre destinado a un árbol. Lo fue en su tiempo, ahora no era más que un
pavimento diferente.
Sintió
un movimiento seguido de un cosquilleo en las plantas de sus pies y… ¡Quedó atrapada
en el suelo!
Gritó
y los viandantes, alertados, se acercaron a ver qué pasaba. Explicó la
situación e intentaron liberarla. No pudieron. El cemento se la había tragado
justo por encima de los botines. Era imposible sacarla de allí.
Policía, Guardia Civil, sanitarios… incluso la
alcaldesa se acercó para ver qué sucedía. Nada se les ocurrió, tan solo
esperar.
La tarde llegó y allí seguía. Rodeada y
aprisionada. Entonces ocurrió lo inesperado. Pablo, que iba a jugar al balón,
vio el tumulto y se acercó.
—Hola, ¿puedo pasar? —dijo a la congregación
de adultos.
—Si solo eres un niño, anda a jugar —respondió
un ingeniero de montes.
—Pero es que se me ocurre una cosa —continuó
el avispado infante.
—Dejadlo. Hemos probado todo, igual él
consigue algo —inquirió el capitán de la GC.
—Señora, estire el brazo
—ordenó el muchacho diligente.
Sandra, asustada y cansada, hizo lo que
Pablete le dijo, poniendo su brazo paralelo al suelo. El crío, ni corto ni
perezoso, colgó su chaqueta de él y se fue a patear la pelota.
Adrián Fontoba Ribó
Caspe (Zaragoza)
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Pablo,todos esperando tu idea...
ResponderEliminarGenial y certero.felicidades!!
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